REFERENTES

Antonio Ruano

CEO de Intelec Ingeniería Energética

“Hay que utilizar los recursos naturales para que la provincia se sitúe dónde debe, porque debemos pensar en grande para hacer cosas grandes”

 

Las potencialidades de la provincia en materia de energías renovables y cómo la necesidad de ser eficientes es una realidad que deben asumir empresas, instituciones y ciudadanos fueron los temas que se analizaron en una nueva cita con ‘Jaén en Futuro’, una acción desarrollada por IDEAL y patrocinada por Caja Rural de Jaén para reflexionar sobre la realidad de la provincia y analizar qué retos hay que impulsar a todos los niveles y en sus diferentes sectores’. En su charla con el periodista David Baños, el ceo de Intelec, Antonio Ruano, trasladó su experiencia de más de 20 años en el sector de las renovables y adelantó que Jaén ya es un referente, por ejemplo en el tema de la biomasa.

Lo que tiene muy claro Antonio Ruano es el potencial de la provincia jienense en materia de renovables. Por ejemplo, tenemos un sector de la biomasa muy potente, con mucha materia prima para hacer muchas cosas. Y luego ni qué decir el sol, una gran cantidad y quizás es el mejor bien que tiene esta provincia. Hay que utilizarlo y ponerlo en valor, y más en el momento en el que estamos. Hay que utilizar esos recursos naturales para hacer que nuestra provincia se sitúe en el lugar que creo que debe tener a nivel nacional; y por qué no internacional, porque debemos pensar en grande para hacer grandes cosas”, adelantó.

No obstante, el ceo de Intelec tiene muy claro que aún queda mucho camino por delante. “Nos queda mucho –añadió–. Pero sí es verdad que la provincia de Jaén en temas como biomasa sí es un referente a nivel nacional. Hace cuatro años aproximadamente Jaén fue pionera en lanzar un proyecto de economía baja en carbono, donde se han cambiado 50 edificios públicos que ahora se gestionan con biomasa. Pero ya lo hizo en 2010, cuando selló otro proyecto, el Proyecto Faro, que iba orientado a sustitución de gasoil por biomasa. Ahí es muy pionera. Y en el tema solar, está siguiendo la misma trayectoria que el resto de España. No está posicionada como pionera, aunque sí lo fue en su momento; sobre todo con la Universidad de Jaén, donde tenemos un equipo de investigación muy potente a nivel internacional muy bien reconocido en el sector fotovoltaico. Estamos en una línea que hay que seguir trabajando, sobre todo en lo que respecta a investigación, pues hay mucho más trabajo que hacer en el sector solar”.

“Hubo momentos en los que pensamos que el sector energético no iba a tener un boom”
De sostenibilidad se viene hablando hace mucho tiempo. Pero ahora es algo ya aceptado por todos y que se convierte en una obligación ineludible. Así lo defiende Ruano, quien no esconde que sí hubo momentos en los que parecía que esa concienciación no iba a llegar nunca: “Ya decía antes que llevo 20 años en el sector energético, hablando de lo importante que es ser eficientes en los procesos productivos, de lo importante que es ahorrar energía, de lo importante que es apostar por una energía distribuida y generando la que se necesita de manera local… En estos 20 años de tanta pedagogía lo cierto es que no he sido capaz de verlo con la potencia que ha sido verlo en estos días. Incluso hubo momentos en la historia de la empresa que pensamos que el sector energético no iba a tener un boom, que no iba a explotar de una forma considerable”. Así, señala algunos hitos que sirvieron para que el sector despertara, como que “en el año 2019 por ejemplo se decidiera quitar el impuesto al sol y abrir de una forma importante que se puedan hacer instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo con una normativa regulada, eso ha sido un cambio bestial. Pero es que a eso además se han sumado una serie de condicionantes, como es la subida de la energía a raíz de la guerra de Ucrania…”.

El precio hoy en día ha convertido el tema energético en algo que recibe todos los focos de atención, “concretamente, por eso es tan importante ser capaces de generar nuestra propia energía. De hecho creo que ahí es donde está el potencial. En ser eficientes con lo que hacemos y ser capaces de generar nuestra propia energía. O al menos llegar a un equilibrio; no podemos ser cien por cien renovables pero sí tenemos que llegar a que una gran parte de la energía que consumamos sea renovable, y de origen local, y la parte que necesitemos comprarla…”, incidió.

 

“El potencial que tiene Jaén es casi para poder exportar energía fuera”
El mensaje de Antonio Ruano es totalmente optimista, por eso afirma con contundencia que “el potencial que tiene Jaén es para casi poder exportar energía fuera. Estamos muy cerquita de prácticamente producir la energía que se consume. Se puede conseguir, porque tenemos los recursos: el sol y la biomasa. Incluso de exportarla”.

Por esa razón insiste en que “tenemos que poner los medios, que yo creo que ya están, y hay un cambio en los próximos años donde tanto el sector empresarial como la sociedad están viendo que esto está ya aquí. Ya no hay que esperar más. La tecnología existe hace muchos años y empresas con capacidad suficiente para ejecutar los proyectos. Y el ciudadano ya es consciente, ve una necesidad de reducir su factura eléctrica, de reducir sus consumos, intentar ser más eficiente; y qué decir tiene por el tema medioambiental, pues la gente está cambiando su forma de pensar”.

La demanda actual es el mejor ejemplo de ese cambio de mentalidad. Una demanda que llega incluso a la no disponibilidad. “Bueno, el sector industrial está así. Hay un cuello de botella, y afecta a todos los sectores. Y al energético también. Hay una tecnología que está ahí, pero tardan en suministrarnos hasta cuatro o cinco meses. Se están haciendo muchas instalaciones, en torno a 40 o 50 gigas de producción de plantas solares anuales, por lo tanto efectivamente hay una demanda del mercado muy exigente. Porque se está viendo que las facturas de la luz están creciendo todos los meses un 20, 30 o un 40 por ciento; entonces la necesidad es inmediata. La solución es necesaria a corto plazo. Ese problema existe, pero se está solucionando. Ya estamos en unos plazos de entrega de equipos de tres o cuatro meses”, mantiene el responsable de la empresa.

Ruano también recuerda que hay empresas que se adelantaron a la realidad actual y eso les sitúa en una mejor posición. “Tenemos clientes que afortunadamente hicieron una inversión en un momento determinado, como 2016, 2017, 2018, con una apuesta clara por el medio ambiente y sobre todo por el ahorro, y hoy en día tienen una estabilidad financiera más estable”. Por el contrario, los que dependen de una gestión energética tradicional lo tienen más complicado, pues tienen delante de sí una realidad más compleja: “Y el incrementar esa partida en una cuenta de resultados en dos o tres veces supone que la cuenta de resultados tenga un daño importante. Aquellos que han hecho los deberes, y han apostado por un edificio y una producción más eficiente, están viendo que siguen con la estabilidad de 2018”.

“A nivel doméstico se pueden tomar decisiones que pueden abaratar el consumo”
El responsable de Intelec destaca que la clave del ahorro es la responsabilidad. Responsabilidad para “ser eficientes en lo que se consume hasta empezar a optimizar. La mejor energía es la que no se consume. Y luego tenemos que empezar a cambiar la forma de hacer las cosas. En la construcción por ejemplo, que yo creo que la rehabilitación es el futuro. Hay que empezar a construir de forma diferente, con el estándares, como el pasive house por ejemplo, que hacen que prácticamente un edificio por la forma de construirlo te baje el consumo de energía un 80 o 90 por ciento. Tenemos que empezar por ahí, saber rehabilitar de tal forma que el consumo de energía sea mínimo; y dentro de ese mínimo, adoptar las renovables”.

La relación entre lo público y lo privado es clave también en esa búsqueda de la eficiencia y de un sistema energético basado en las renovables. Aunque siempre hay velocidades diferentes. “El sector privado siempre corre más –defiende Ruano–. En lo privado vamos a otro ritmo, pero creo que lo público se ha subido al carro por necesidad imperiosa. Y hay muchas propuestas de muchos edificios que se están haciendo desde esos planteamientos…”. Así, pone como ejemplo un “edificio en la provincia de Jaén, en Huelma concretamente, donde se ha hecho un proyecto de una cesión de cubierta, se ha puesto en valor una cubierta que no tenía uso para el Ayuntamiento. Ha llegado una empresa como la nuestra que se ha quedado con ese espacio a cambio de un canon, y realizamos una instalación fotovoltaica con el compromiso por contrato de vender energía más barata, no solo al Ayuntamiento, sino a los ciudadanos. Por lo tanto estamos haciendo un tema social, pues generamos energía utilizando un espacio sin uso, ofrecemos un precio barato y lo más importante, un precio estable a 25 años. Todo el mundo gana ahí”.

Ruano concluye recordando que si bien hay ayudas para acometer este tipo de instalaciones, a él le gusta plantearlo “como que sin ayuda es rentable”, porque el ahorro cada vez mayor permite la amortización más rápida de las inversiones. No obstante sí señala que hay ayudas, “como los Next Generation, y de hecho la Junta de Andalucía lleva dando ayudas mucho tiempo. Se abrió una muy importante, con 100 millones de euros, y ahora se va a ampliar. Y tienen un abanico bastante amplio, desde las grandes empresas, con un 15% de subvención, hasta el pequeño particular que llega a un 35-40% de subvención a fondo perdido. Y es para todas las líneas de renovables, como fotovoltaica, biomasa, aislamientos, ventanas… Funcionan además muy bien, pues son expedientes que se tramitan rápidamente y ayuda a tomar esa decisión”.