REFERENTES

Esteban Momblán

Gerente de Interóleo Picual S. A.

“La solución del sector del aceite de oliva está en dar un paso adelante y convertirse en actor principal”

La necesidad de que el sector del olivar sume a su relevancia como fuente de riqueza el posicionarse como un actor principal dentro de los mercados fue uno de los aspectos que se trataron en la segunda charla de ‘Jaén en Futuro’.

Para conocer esa necesidad y otras metas que debe marcarse el mundo del olivar, junto con las inquietudes que rodean a los agentes implicados, se reunieron en el Archivo Histórico Provincial el periodista David Baños y a Esteban Momblán, gerente de Interóleo Picual S. A. Se trataba del segundo encuentro ‘Jaén en Futuro’, una acción desarrollada por IDEAL y patrocinada por Caja Rural de Jaén para incentivar la recuperación a todos los niveles de la provincia y sus diferentes sectores, tras la devastadora crisis derivada de la pandemia.
Interóleo Picual Jaén S. A. nace en 2009 por la inquietud de un grupo de productores que entienden que participar de una empresa de mayor dimensión y volumen así como utilizar economías de escala les puede generar una gestión más eficaz y eficiente de todas sus actividades, que enfrentándose de forma individual a los mercados actuales. Su objetivo es dar respuesta a la necesidad de concentración y unión del sector productor como una herramienta para mejorar las rentas de sus socios, optimizar la toma de decisiones y el desarrollo de la actividad diaria. Teniendo siempre una orientación al mercado decidida, para atender a nuestros clientes y consolidar relaciones comerciales duraderas con ellos.

“En las primeras semanas del estado de alarma, hubo momentos en los que el aceite de oliva fue el primer producto en ventas”
David Baños puso el acento en como si la pandemia ha traído cosas malas, también ha generado alguna buena, como ha sido el hecho de que la salud se ha puesto en lo más alto de la pirámide de prioridades, y con ello cobra también protagonismo el aceite de oliva. A la pregunta de si el sector debe sacar partido a esta oportunidad, Esteban Momblán hizo una reflexión a tenor de una conversación mantenida con el responsable de compras de una gran cadena española de supermercados, “que me comentaba que las tres primeras semanas del estado de alarma, determinados tipos de productos casi se agotaban en las estanterías, y estos eran los asociados a primera necesidad y salud. Entre ellos el aceite de oliva”. Posteriormente, cuando el miedo al desabastecimiento se fue mitigando, empezó a crecer la demanda de otros tipos de productos. “Pero me quedo con la primera parte, en esas primeras semanas, cuando hubo momentos en los que el aceite de oliva fue el primer producto en ventas en los supermercados”, añadió Momblán.

“Los consumidores, sean de Sidney, Nueva York o de Úbeda tienen algo en común: quieren vivir más y mejor”
Precisamente, y en relación a cómo el consumo de aceite de oliva ha crecido en torno al 14%, y eso a pesar de la caída del canal Horeca con las restricciones del último año, el gerente de Interóleo incide en que para entender esto también hay que poner el foco en el consumo mundial, y dejar la pandemia en un segundo plano: “Si miras los datos de los últimos 20 años, el mundo ha pasado de consumir dos millones de toneladas, a tres millones de toneladas de aceite de oliva. Ha sido capaz de absorber ese aumento de la producción provocado por las nuevas explotaciones, y por el mayor cuidado del campo, que provoca que el árbol sea más productivo”. Al respecto, el gerente de Interóleo considera como algo fundamental que los consumidores, ya sean “de Sidney, Nueva York o de Úbeda, tienen algo en común, y no es otra cosa que el hecho de que quieren vivir más y mejor. El aceite de oliva ha demostrado que es la mejor grasa vegetal, y si a eso se le suma su inclusión en la dieta mediterránea…
Esta relación entre aceite de oliva y salud fue protagonista de otro de los aspectos tratados en la charla, como la polémica del etiquetado Nutriscore que sitúa a esta beneficiosa grasa vegetal con una calificación menos saludable que un refresco de cola, por ejemplo. Al respecto Momblán indicó que esto es algo que no se puede entender: “Eso de que Nutriscore ponga por detrás de un refresco de cola a nuestro aceite de oliva, o al jamón ibérico no es razonable, y nos hace dudar del tipo de etiquetado que quieren implementar en toda Europa”.

“El nuestro es un sector acostumbrado a la queja”
El gerente de Interóleo asevera que los retos de futuro para el sector y la provincia son muchos, pero destaca de manera especial uno, y es “dejar de tener un espíritu tan negativo”. “El nuestro –continuó– es un sector acostumbrado a la queja, al victimismo (entre comillas) y a ser un actor secundario”. Al respecto, se refirió a un ejemplo reciente. “Como es posible que una guerra comercial entre Airbus y Boeing, entre Estados Unidos y la Comisión Europea, llevó a que fuera el aceite de oliva quien pagara el pato”. “Por eso –continuó–nos hace falta tener un lobby lo suficientemente fuerte a todos los niveles: regional, nacional, europeo –y también en lo político y en lo económico– que permita que no suframos los efectos colaterales de una ‘guerra’ que no tiene nada que ver con nosotros”.
Ahondando en este tema, Momblán destacó que ese victimismo contrasta con ser el mayor productor mundial, algo que sin embargo no sirve para contar con la influencia suficiente para tener capacidad “no digo de cambiar las leyes, pero sí de ser tenidos en cuenta a la hora de fijar políticas arancelarias y comerciales”. En este sentido volvió al tema de Nutriscore, y defendió que “deberíamos tener fuerza suficiente para que no haya dudas de que el aceite de oliva entre en ese etiquetado como producto saludable”.

 

“¿Qué poder de negociación tienen 1.800 vendedores frente a 10 compradores?”
Ganar fortaleza, autoridad y respeto eran los objetivos que se marcaba el proyecto de Interóleo. Algo que para su gerente era una necesidad: “Hay un dato que nos sirve para entender esta situación. En España hay unas 1.800 cooperativas y almazaras que producen y venden aceite de oliva; pero sin embargo, no más de diez empresas son las que realizan el 85% de las compras de este país. ¿Qué poder de negociación tienen 1.800 vendedores frente a 10 compradores? De esta manera nos convertimos en precioaceptantes”. Es por esta razón por la que en 2009 surgió el proyecto de Interóleo, “cuando un grupo de cooperativas y almazaras decidieron, de forma conjunta, no que pudieran influir, pero sí defender mejor sus intereses que de una forma individual. Actualmente, de 14 cooperativas que comenzamos, ya somos 33. No solo de Jaén, sino ya también de Córdoba, Granada, Ciudad Real, Badajoz, etc. Ha habido un nivel de crecimiento positivo, porque hemos demostrado que la unión si no hace la fuerza, sí sirve para defender mejor nuestros intereses”, afirmó el gerente del grupo.

“Si fracasas, al menos es porque has intentado hacer algo”
Ante la aparente mejora de la situación del sector del aceite de oliva, Esteban Momblán se muestra cauto, porque si hoy se han estabilizado los precios, y se han superado tres campañas consecutivas con beneficios por debajo de la rentabilidad, “eso no es algo que se ha logrado por que se haya trabajado para conseguirlo, sino porque ha habido una producción mayor en España y en Túnez, la disponibilidad mundial ha bajado, y con un consumo creciente pues se rectifica ese precio. Pero eso se trata de una situación coyuntural, no se debe a que actuemos”. En este sentido, el gerente de Interóleo fija aquí otro reto de futuro, y es que “hay que actuar. Cortamos carreteras y el tráfico, eso está muy bien, y hay que seguir haciéndolo… Pero el 26% de nuestra renta viene de las ayudas de la PAC… La solución está en dar un paso adelante y ser un actor principal”.
Uno de los grandes problemas en opinión de Momblán por el que el sector del aceite de oliva no avanza está en el miedo a fracasar: “En la cultura anglosajona se premia el fracaso. Intentas un proyecto, no funciona y fracasas; pero se coge impulso para otro proyecto, y para otro, y otro… En Jaén, en nuestro sector, se han vivido dos o tres fracasos muy sonados en los últimos 30 o 40 años, que se siguen repitiendo en el subconsciente de los agentes del sector. Y eso funciona como una pared para no intentarlo otra vez, para no apostar, para no invertir. Y estamos en un momento crítico, en el que debemos dejar de ser actores secundarios. Es verdad que es duro, es difícil fracasar. Pero si fracasas al menos es porque has intentado hacer algo”, concluyó Esteban Momblán.